domingo, 17 de mayo de 2009

¿TE ENFRENTARÁS A GOLIAT?

image Los Goliat todavía recorren nuestro mundo: deudas, desastre, divorcio, engaño, enfermedad y depresión. Estas amenazas de tamaño gigante aún se muestran insolentemente y se pavonean en nuestras vidas, robándonos el sueño, apropiándose de nuestra paz y quitándonos nuestra alegría.
Usted conoce a su Goliat. Conoce su caminar, el estruendo de su voz. El se burla de usted por las cuentas que no puede pagar, la gente que no puede agradar, los hábitos que no puede romper, las fallas que no puede olvidar, y un futuro que no puede enfrentar.
En esta mirada profunda en la vida de David, usted puede leer su historia y preguntarse qué es lo que Dios vio en él. Su vida tiene poco que ofrecer al Impecable Santo Perfecto.
David, quien cayó tantas veces como estuvo de pie, tropezó tantas veces como conquistó. Cuando se concentró en Dios, los gigantes cayeron. Pero cuando se concentró en los gigantes… él tropezó.
Al igual que David, usted también puede enfrentar a su gigante, aún si no es el más fuerte, el más inteligente, el mejor equipado, o el más santo. Mientras estos gigantes tratan de dominarnos, ¡nosotros sabemos qué hacer!
Hemos aprendido lo que David aprendió y actuamos de acuerdo con lo realizado por él. Comenzamos a concentrarnos en Dios, recogemos cinco piedras, tomamos cinco decisiones y damos un golpe. Gigantes. Debemos enfrentarlos, pero no necesitamos hacerlo solos.
image ¿Cuándo fue la última vez que puso una piedra en su honda y se la lanzó a su gigante? ¡Levante sus ojos, aniquilador de gigantes! El Dios que convirtió a David en un milagro está de pie, listo para convertirlo a usted en un milagro. Si usted está listo para hacer lo mismo, deje que ésta historia lo inspire. El mismo Dios que ayudó a David lo ayudará a usted.

 

Vídeo recomendado:

martes, 5 de mayo de 2009

DIOS CONSUELA

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación” (2 Corintios 1:3).

image La vida del Cristiano es un misterio, porque aun cuando es un hombre desconsolado en muchos aspectos, pues en cuanto a la carne tiene una enormidad de enemigos contra los cuales tiene que pelear en esta vida, no obstante en su espíritu él puede encontrar consolación en todas las cosas. Si fuese en el hambre, encuentra consuelo en la comida; en la sed, consuelo en el beber; en el frío, consuelo en la ropa; para él hay consuelo de Dios en todas las criaturas. Si son frustraciones recibe consuelos por los razonamientos del Espíritu de Dios a su corazón, él ve un propósito de bondad en todas sus calamidades y adversidades; si Dios le da se consuela, y si le quita se consuela también. Entonces se puede decir, que la amargura de los problemas hace camino para que el consuelo sea más dulce.

Pregunta: ¿Por qué es así? he aquí la respuesta, porque el Creador es: "Padre de misericordias y Dios de toda consolación". El escritor divino no dice que Dios nos libra de nuestras de nuestras estrecheces, sino que nos consuela en medio de ellas. Dios es más glorificado sacando bien del mal, a que nunca seamos afligidos; hay más honra nadar en aguas profundas y turbulentas, que hacerlo en aguas mansas.

Esta verdad supone dos cosas; por un lado, que el sólo hecho de estar en este mundo es de por si una condición para ser visitado con tribulaciones, y será un buen remedio contra las penurias de esta vida moderar nuestro espíritu con esta verdad innegable y por todos experimentada: "En el mundo tendréis aflicción" (Juan 16:33). Por otro lado, que recibiremos consolación segura de Dios y de acuerdo al grado de nuestra tribulación. Sus consuelos serán conforme al rigor, duración y variedad de la tribulación. Esas consolaciones no vendrán por un sólo canal, sino que llegarán por diferentes criaturas, por medio de un amigo, de un familiar, de un hermano, de un razonamiento; serán muchas gotas de miel hasta formar un vaso de acuerdo a la tribulación.

VÍDEO RECOMENDADO PARA LA OCASIÓN:

domingo, 3 de mayo de 2009

¿CODICIA?

“Pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas se entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa" (Marcos 4:19)

image Es claro de nuestro texto que la codicia es un gran impedimento de la obediencia, y a menos que hagamos una guerra mortal a este pecado el servicio a Dios se verá muy obstaculizado, y en el peor de los casos casi anulado. Es notorio en varios textos de las Escrituras que la gran mayoría de los obstáculos a la sumisión al Señor vienen de lo contrario, o que el mundo de los sentidos se opone a lo espiritual

El ídolo de los moradores de este mundo son las posesiones materiales, a ellos les parece que mientras más aumentan sus ganancias, más felicidad tendrán, pero la luz que viene de Dios nos dice todo lo opuesto. No han sido pocos quienes por su prosperidad han perdido a Dios; de modo que la miseria que destruye el alma no es vencida con las posesiones materiales, mucho menos con el deseo de poseerlas, sino por despreciar este mundo y amar a Cristo; o lo que es lo mismo: "Ser rico para con Dios". El corazón natural tiene la maldición de transformar el dinero en un Dios; en cambio la fe hace que Cristo sea en todo y el todo del alma; entendamos, pues, que mientras más uno se esfuerce en poseer cosas de este mundo, más pierde a Dios: "¿Qué aprovechara al hombre, si ganare todo el mundo, perdiere su alma?" (Mt.16:26).

Llamo vuestra atención sobre nuestro texto: "Las codicias de otras cosas se entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa"; nótese que la codicia no mata la planta que ha nacido, sino que la ahoga, y le impide dar frutos. Esto es, que el deseo por las posesiones materiales se opone lentamente a la obediencia a Dios. La persona ha oído y conoce la voluntad de Cristo, pero la codicia corroe el servicio a Dios, y el individuo se convierte en un simple religioso, profesa ser Cristiano, pero no da frutos. En resumen, que un deseo inmoderado por las cosas de este mundo. es un gran estorbo para seguir los testimonios del Señor. Para curarte de eso solo necesitas observar el curso habitual de la providencia de Dios, y en especial con quienes el Creador ha hecho pacto por medio de Cristo. Tal es el argumento que usa Jesús: Dios provee para los cuervos y viste con hermosura los lirios del campo. ¿Será El más favorable a una hierba que a uno de Sus hijos? Modera, pues, tus deseos y de seguro que el Señor no te fallará: "Mejor lo poco con justicia que gran abundancia sin derecho" (Pro.16:8). 

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